lunes, 25 de mayo de 2009

Cronologías del Chatelperroniense y Auriñaciense arcaico

Las cronologías del Chatelperoniense y del Auriñaciense arcaico quedan expuestas en los siguientes cuadros (Mellars, 1999). En el primero se comparan dos zonas europeas con Auriñaciense (España y Francia). Comprobándose que las fechas francesas son más recientes.


1 – La Rochette.
2 – La Ferrassie.
3 – Combe-Saunière.
4 – Abri Castanet.
5 – Roc-de-Combe.
6 – Abri Pataud.
7 – Le Flagéolet.
8 – El Castillo.
9 – L´Arbreda.
10 – Reclau Viver.
11 – Abric Romaní.


El segundo cuadro relaciona las fechas del Chatelperroniense con las atribuidas al Auriñaciense de la Península Ibérica.



1 – Arcy-sur-Cure.
2 – Les Cottés.
3 – Camiac.
4 – Combe-Saunière.
5 - Roc-de-Combe
6 – Cueva Morín.
7 – Labeko Koba.
8 – Saint-Césaire.
9 – Le Moustier.
10 – El Castillo.
11- L´Arbreda.
12 –Reclau Viver.
13 – Abric Romaní.



Si se admite que las cronologías antiguas del Auriñaciense en España no son de esta cultura, siendo en realidad del Musteriense, Chatelperroniense, o mezcla de estratos que falsea la atribución cultural (D´Errico et al, 1998), está claro que el inicio del Paleolítico Superior debe atribuirse a los neandertales. Así, no es raro considerar la cronología del Chatelperroniense sobre el 40-36000 BP (sin calibrar), siendo claramente anterior en Francia a la llegada del Auriñaciense. Su antigüedad estaría ligada al Musteriense (MTA B) sobre el que se superpone sobre todo en Francia, y del cual posiblemente procedería. Hay ciertos útiles premonitores en él como piezas de dorso de forma variable, algunos raspadores y muchos denticulados. En el Musteriense reciente (40000 BP) ya se conocen piezas de dorso, pero en láminas irregulares (tallado laminar inadecuado) (Pelegrin y Soressi, 2007). 

Pero tal teoría ofrece una serie de incongruencias importantes. Es muy difícil comprender la equivalencia cognitiva de las dos poblaciones (HN y HAM). En la extinción de los neandertales se esgrimen conceptos teóricamente posibles, como el caso de epidemias traídas por los HAM, pero no hay epidemia que dure miles de años sin contagio, a no ser que las dos poblaciones estén separadas geográficamente y su contacto sea muy restringido, lo que no se compagina con las relaciones culturales e incluso genéticas de las dos poblaciones. Cualquier teoría debe, aunque sea de forma general, aportar soluciones que cuadren con todas estas condiciones.   

Por otro lado, el descalificar las dataciones de los yacimientos atribuidos al Auriñaciense arcaico paralelas a las correspondientes al inicio del Chatelperroniense, sólo traslada el problema a otros lados, pero no soluciona el problema de la transición en general. El problema no sólo continúa, sino que aparecen nuevas incógnitas:  

- ¿Cómo puede explicarse la gran diversidad cultural de los neandertales, donde predominan las culturas no simbólicas entremezcladas con otras más modernas o simbólicas (Chatelperroniense y Uluzziense), situación que se produce durante milenios?.
- ¿Cómo se aclara la proximidad geográfica de poblaciones de neandertales con culturas claramente simbólicas (Chatelperroniense) con perduraciones clásicas del Musteriense o la simple extensión de las puntas de Chatelperron?
- ¿Cómo se puede entender la escasa realización de la tecnología ósea, en muchos aspectos ligada a los adornos, pero inexistente en la mayoría de los yacimientos chatelperronienses?
- Si el Neandertal fue el creador de toda la cultura del inicio del Paleolítico Superior ¿Cómo se explica su pequeña o muy escasa representación de tales avances simbólicos en comparación con el gran dinamismo simbólico visto entre los HAM ya desde el inicio del Auriñaciense?
- ¿A qué culturas y población pertenecen los yacimientos en los estratos definidos como alterados? ¿Pueden a su vez atribuirse a un Musteriense o Chatelperroniense con los útiles propios del Auriñaciense? ¿cómo saber cuales son los intrusivos o alterados?
- Si los HAM llegaron sobre el 36000 BP con el Auriñaciense ya elaborado ¿Dónde se originó, a partir de qué cultura y dónde podemos apreciar el continuum cultural que todo desarrollo tecnológico supone y que se ha visto en el propio Chatelperroniense?  

Se precisan teorías lo más amplias posibles, no soluciones parciales. El mundo europeo de los neandertales fue muy irregular, no se corresponde con una natural diversificación cultural, sino a una importante restricción geográfica del desarrollo de la tecnología ósea y el simbolismo, junto con una limitación en la difusión de ideas. Lo que, se quiera ver o no, fue claramente diferente a lo visto en las poblaciones de los HAM.   

Un reciente estudio sobre la cuestión de da transición ha sido recientemente publicado (Zilhäo, 2008). En él se indica claramente el primigenio papel de los neandertales en el inicio tecnológico y simbólico sobre los modernos que llegaron posteriormente.   

Se analiza la teoría del Out of Africa y su oposición. Pero desde el punto de vista de la Arqueología cognitiva las dos posturas adolecen de criterios subjetivos, consecuentes de la falta de conocimiento sobre la realidad psicobioplógica del género Homo. Siguiendo esta metodología, siempre hay que tener en cuenta los siguientes aspectos:    

* Criterios básicos sobre cómo se origina y desarrolla el simbolismo humano.
* Distinguir entre capacidades cognitivas y el desarrollo de las mismas.
* Considerar el desarrollo cultural como un continuum histórico, irregular y heterogéneo. Proceso que se daría tanto en la cultura de los neandertales como de los HAM.
* Necesidad de un medio ambiente adecuado (social, físico, lingüístico, etc.) que previamente hay que crear, mantener y transmitir con anterioridad, para que las capacidades cognitivas puedas desarrollarse.
* Excesivo protagonismo de la tecnología lítica cuando (según el criterio de la Arqueología cognitiva) es la conducta, consecuente con un desarrollo cognitivo que favorezca la reflexividad y flexibilidad conductual la que va a marcar el inicio real del Paleolítico Superior. Estudiamos conductas de todo tipo, no sólo complejos industriales.
* Paralelamente, hay que analizar la conducta de loa HAM también dentro de los parámetros de la Arqueología cognitiva, lo que no se identifica totalmente con los postulados teóricos del Out of Africa.  

La conducta simbólica no obedece a un todo o nada, pues aunque nos sea difícil intuirlo, existieron estadios intermedios a lo largo de todo el Paleolítico. Pero para analizarlos es necesaria una comprensión adecuada de los procesos que conforman la conducta simbólica. Por tanto, los neandertales y HAM tenían unas capacidades cognitivas consecuencia de su común pertenecía al linaje humano. Que fueran exactamente iguales o con diferencias más o menos importantes, es la línea de trabajo en la que me ocupo por medio de la Arqueología cognitiva.  

* Mellars, P. A. (1999): “The Neanderthal problem continued”. Current Anthropology 40 (3): 341-50.
* Pelegrin, J. y Soressi, M. (2007): “Le Châtelperronien et ses rapports avec le Moustérien”. En Les Néandertaliens. Biologie et cultures. Documents préhistoriques, 23: 283-29.6 Paris, Éditions du CTHS.
* Zilhao, J. (2008): "Modernos y neandertales en la transición del Paleolítico Medio al Superior en Europa". Espacio, Tiempo y Forma. Serie I, Nueva época. Prehistoria y Arqueología, t. 1, pp. 47-58.

jueves, 21 de mayo de 2009

Cronología de los adornos chatelperronienses

Las dataciones de los yacimientos donde se encuentran los adornos y tecnología ósea chatelperroniense, en relación con el nivel en él que se encontraron los adornos, tampoco son muy definitorias respecto de su primacía sobre los creados por los HAM. Hay que tener en cuenta:   

- El yacimiento de Grotte du Renne es el más importante de todos. Conocemos muchas dataciones (33-35.000 BP) y adornos en todos sus niveles, pero salvo una de 45.100 BP, que por su excesiva antigüedad, parece más una intromisión de un nivel Musteriense inferior (Mellars, 1999). Es él más completo de todos, pues en todos los niveles chatelperronienses encontramos adornos y tecnología ósea, pero su situación geográfica es muy marginal del territorio poblado por los chatelperronienses, y relativamente cercana a los yacimientos auriñacienses (Harald, 2003; Mellars et al., 2007).
- La Roche-au-Loup está muy cerca del anterior, por lo que no sería raro que siguiera su mismo desarrollo histórico. Su datación es convencional (14C), dando un impreciso >40000 BP.
- En la Grotte des Fées en Châtelperron conocemos dos caninos en el discutido nivel Auriñaciense interestratificado entre dos niveles Chatelperronienses (Mellars et al., 2007), o como la consecuencia de alteraciones postdeposicionales (Zilhäo et al., 2006), generando dudas sobre su autoría (39.780±390 BP). Como los adornos están precisamente en los niveles dudosos, pueden tener el mismo origen que la tecnología lítica considerada como consecuencia de alteraciones estratigráficas. Por otro lado, el canino de ciervo rojo perforado es igual al visto en Grotte du Renne. El otro, de zorro, está perforado según la técnica del Auriñaciense (Zilhão et al., 2008), diferente a lo visto en Grotte du Renne y Quinçay (Mellars et al., 2007). Esta discusión e incertidumbre en su atribución cultural, inhabilita el yacimiento como dato sobre la antigüedad del simbolismo chatelperroniense. Si está mal reflejada su estratigrafía, los datos obtenidos para tal nivel serán tan dudosos para la tecnología lítica como para los adornos.
- En Roc de Combe, igual que en el caso anterior, existe otro problema de interestratificación entre un posible nivel Auriñaciense (9) y dos adyacentes Chatelperronienses (8 y 10). La comprobación de alteraciones estratigráficas que pone en duda la correcta ubicación temporal y cultural de la industria lítica encontrada en estos estratos alterados (Bordes, 2003), afectarían de igual modo a los adornos encontrados (un sólo canino de lince perforado), por lo que su dudosa cronología y autoría no pueden servir de índice sobre la antigüedad del inicio del simbolismo personal Chatelperroniense. Hay que resaltar que, a pesar de estar rodeado de numerosos yacimientos chatelperronienses, es el único que contiene adornos, y sólo dos más (Laussel y Le Trou de la Chèvre) contienen tecnología ósea.
- El yacimiento de Roche de Quinçay es uno de los dos lugares (junto con Grotte de Renne) donde hay testimonios tecnológicos sobre la fabricación de estos adornos. Los adornos se encontraron en un nivel de Chatelperroniense evolucionado, situándolos sobre el 33.000 BP (Granger y Lévêque, 1997; White, 1993). Igual que la mayoría se sitúa en zonas geográficas marginales.
- En Cauna de Belvis tenemos una sola concha sin trabajar que, al estar cerca del mar, es poco significativo sobre su posible uso como adorno (35425±1140 BP).  

Parecida representación tiene la industria ósea, pues es igualmente escasa con sólo siete yacimientos en Francia, de los cuales cinco coinciden con los anteriores. Con las razonables dudas que ofrecen las dataciones en los yacimientos de controvertida estratigrafía y los pocos datos que disponemos, no es raro pensar que los adornos entre los neandertales no fueron más antiguos del 36.000 BP, siendo contemporáneos del simbolismo Auriñaciense. Esta situación cronológica apunta la posibilidad de una relación motivacional y creativa entre ambas poblaciones, con sus correspondientes consecuencias simbólicas. Los yacimientos de Châtelperron, Grotte du Renne y Roche-au-Loup se sitúan a 450 Km de los yacimientos Auriñacienses de Alemania (Vogelherd o Geisseklöosterle), precisamente con el mismo tipo de adornos (Harald, 2003; Mellars et al., 2007). Por su parte, Cauna de Belvis se sitúa muy cerca del Mediterráneo donde los protoauriñacienses usaban frecuentemente las conchas como adornos (Mellars, 2005). Los otros dos yacimientos con adornos (Roc de Combe y Roche de Quinçay) si se encuentran en pleno núcleo de mayor densidad poblacional de los neandertales.


Podría pensarse que muchos de los posibles adornos o huesos de este período se han destruido por las características fisicoquímicas del terreno, pero el registro de los adornos auriñacienses, aunque en lugares y épocas más amplias, indican su existencia en 98 yacimientos (Vanhaeren y D´Errico, 2006) con similares características del medio ambiente, lo que indica que la gran diferencia estadística existente entre los neandertales y HAM en la producción de adornos y de útiles óseos, no parece deberse sólo a las propiedades del suelo.   

¿Es esta escasa representación simbólica y de tecnología ósea una característica cultural de los chatelperronienses y, por extensión, de todos los neandertales? Evidentemente, en conceptos de representatividad estadística la respuesta sólo puede ser negativa. Su existencia es más una rareza que una generalidad, y como tal debe ser entendida y estudiada, al menos hasta que nuevos descubrimientos indiquen otra cosa. Sin embargo, algunos neandertales sí fueron capaces de elaborar, con tecnología propia, tales adornos y útiles óseos. Tal paradójica situación debe ser explicada.


* Bordes, J-G. (2003): “Lithic taphonomy of the Châtelperronian/Aurignacian interstratifications in Roc de Combe and Le Piage (Lot, France)”. Trabalhos de Prehistoria. Lisboa. Instituto Português de Arqueología. 33, p. 223-244.
* D'Errico, F.; Zilhao, J.; Julien, M.; Baffier, D. y Pelegrin, J. (1998): “Neanderthal acculturation in western Europe? A critical review of the evidence and its interpretation”. Current Anthropology, 39 (supl.): 1-44.
* Granger, J.-M.; Lévèque, F. (1997): “Parure castelperronienne et aurignacienne: étude de tríos séries inédites de dents percées et comparaisons”. Compte-rendu de l’Académie de Sciences. Paris. 325, p. 537–543.
* Harald, F. (2003): “Did they meet or not? Observations on Châtelperronian and Aurignacian settlement patterns in eastern France”. En Zilhão, J. y d'Errico, F. (eds.), The chronology of the Aurignacian and of the transitional technocomplexes: dating, stratigraphies, cultural implications. Trabalhos de Arqueología 33.
* Lévêque, F. (1993): “Les données du gisement de Saint Césaire et la transition Paléolithique moyen/supérieur en Poitou-Charentes”. En Cabrera, V. (ed.). El origen del hombre moderno en el suroeste de Europa, UNED. 263-286. Madrid.
* Mellars, P. A. (1999): “The Neanderthal problem continued”. Current Anthropology 40 (3): 341-50.
* Mellars, P. A. (2000): “The Archaeological Records of the Neandertal-Moderm Human. Transition in France”. En The Geography of Neandertals and Modern Humans in Europe and Greater Mediterranean. Bar-Yosef, O. y Plibeam, D. (eds.). 35-48. Cambridge, Massachusetts: Peabody Museum of Archaeology and Ethnology, Harvard University.
* Mellars, P. A. (2005): “The Impossible Coincidence. A Single-Species Model for the Origins of Modern Human Behavior in Europe”. Evolutionary Anthropology 14: 12-27.
* Mellars, P.; Gravina, B. y Ramsey, C. B. (2007): “Confirmation of Neanderthal/modern human interstratification at the Chatelperronian type-site”. PNAS Vol. 104 (9): 3657-3662.
Rivera, A. (2009): “La transición del Paleolítico Medio al Superior. El Neandertal”.
Arqueoweb 11. 
* Taborin, Y. (1993): La parure en coquillage au Paléolithique. CNRS, Paris
* Vanhaeren, M. y d´Errico, F. (2006): “Aurignacian ethno-linguistic geography of Europe revealed by personal ornaments”. Journal of Archaeological Science 33: 1105-28.
* White, R. (1993): “A technological View of Castelperronian and Aurignacian Body Ornaments in France”. En V. CABRERA, ed. - El origen del hombre moderno en el suroeste de Europa. UNED. Madrid.
* Zilhao, J. (2007): “The Emergence of Ornaments and Art: An Archaeological Perspective on the Origins of Behavioral Modernity”. Journal of Archaeological Research, Vol. 5 (1): 1-54.
* Zilhäo, J.; D'Errico, F.; Bordes, J-G.; Lenoble, A.; Texier, J-P.; Rigaud, J-P. (2006): “Analysis of Aurignacian interstratification at the Châtelperronian-type site and implications for the behavioral modernity of Neandertals”. Proceedings of the National Academy of Sciences. Washington, DC 103: 33, p. 12643-12648.
* Zilhäo, J.; D'Errico, F.; Bordes, J-G.; Lenoble, A.; Texier, J-P.; Rigaud, J-P. (2008): “Grotte des Fées (Châtelperron): History of Research, Stratigraphy, Dating, and Archaeology of the Châtelperronian Type-Site”. PaleoAnthropology. Pennsylvania. p. 1−42.

viernes, 15 de mayo de 2009

La objetividad del Chatelperroniense

La teoría de “Out of Africa” expresa, de una forma muy generalizada, la llegada de los HAM a Europa portando una cultura moderna (Auriñaciense). Su influjo tecnológico, cultural y cognitivo dio lugar a una “aculturación” de los neandertales, lo que impulsó el desarrollo del Chatelperroniense y Uluzziense (ejemplos de culturas del Paleolítico Superior). Tal visión fue interpretada casi como una verdadera “invasión” de Europa por los auriñacienses, aunque se desconocía totalmente dónde pudo originarse su tecnología. El éxito expansivo se fundamentaba en una aparente “superioridad cognitiva” sobre los neandertales.


Sin embardo, esta diferenciación de las capacidades cognitivas de las dos poblaciones no convencía a diversos autores, los cuales veían en la conducta del Neandertal unas formas propias y originarias de las culturas modernas (Chatelperroniense y Uluzziense), que aparecieron en el inicio del Paleolítico Superior sin la influencia de los humanos modernos, que llegaron con posterioridad. Así, se publicaron una serie de artículos (p. e. D´Errico et al. 1998; Zilhão y D´Errico, 1999) que indicaban la primacía e independencia del Chatelperroniense y Uluzziense y su atribución al Neandertal, mientras que el Auriñaciense se desarrollaría con posterioridad, tanto en su tecnología como en su simbolismo.

Para ello había que afrontar el problema de las antiguas dataciones de diversos yacimientos correspondientes a un Auriñaciense arcaico, Protoauriñaciense o Auriñaciense 0. Estos autores daban al Chatelperroniense una cronología de 38-33.000 BP, aunque algunas dataciones pudieran indicar una antigüedad aún mayor. Paralelamente, se proponía que el Auriñaciense no apareció en Europa antes del 36.500 BP. ¿Cómo se compaginaban estos datos con las altas dataciones de los más primitivos yacimientos atribuidos al Auriñaciense de los HAM¿ Se realizó una revisión de todos los registros arqueológicos, con el fin de comprobar si existían suficientes motivos para invalidarlos como antecedentes de la cultura moderna en Europa. En esta revisión crítica se observó que muchas de estas excavaciones se realizaron hace años con métodos no muy actuales, dando lugar a graves alteraciones en la interpretación y exposición estratigráfica de estos yacimientos, así como la existencia de su alteración por mecanismos postdeposicionales (tafonómicos, estratigráficos y cronológicos). De tales artículos se obtienen las siguientes críticas:


* El Castillo (España). Crítica tecnológica, pues el nivel 18 no es homogéneo y sus dataciones corresponden a una cultura Musteriense o Chatelperroniense. Sin embargo, los excavadores actuales de la cueva (Cabrera et al. 2001) indican que son Auriñaciense, pero realizados por los neandertales, lo que sin duda complica más el panorama al introducir una tercera teoría sobre la transición paleolítica.
* L´Arbreda (España). Crítica tafonómica, por contaminación de los niveles debido a los osos que alteraron su estratigrafía y la correcta ubicación de sus materiales. Así, las dataciones corresponderían al Musteriense o Chatelperroniense.
* La Viña y Abri Romaní (España), junto con Isturiz (Francia), tienen una cronología del 36.500BP, por lo que no plantean problemas con su modelo.
* Reclau Viver (España). Crítica tecnológica. La fecha del 40.000±1.400 BP del fondo del nivel A (sobre roca madre) corresponde al Chatelperroniense, por la existencia de 2 puntas de chatelperron.
* Trou Magrite (Bélgica). Crítica de contaminación estratigráfica, del nivel 2 (superior) al 3 (inferior). Se encuentran puntas foliáceas y raspadores “auriñacienses” que lo asemeja al Szeletiense de Centroeuropa, más que al Auriñaciense.
* Geissenklösterle (Alemania). Crítica tafonómica. Indican alteraciones postdeposicionales con descensos de materiales del nivel II al III, sobre todo de los raspadores carenados y de hocico, y de cuentas de marfil. La industria lítica del nivel III se parece más al Bohuniciense que al Auriñaciense.
* Willendorf II (Austria). Crítica tecnológica. Sus conjuntos son pobres sin clara relación con protoauriñaciense y los HAM. Podría ser una evolución local hacia el nivel 2 (con adornos) similar a la del Chatelperroniense.
* Istallöskö (Hungría). Crítica cronológica. Su antigua datación de 44.000BP ha sido rechazada categóricamente, en vista de la verdadera relación cronológica con el Auriñaciense del lugar.
* Grotta Fumane (Italia). Crítica cronológica. Su antigua datación (de un hogar) del 40.000 BP, no se confirma, las demás sobre el 37.000 BP son similares a La Viña, Isturiz y Abri Romaní.
* Bacho Kiro (Bulgaria). Crítica tecnológica. Su nivel 11 (38.500 BP) no es Auriñaciense, pues los conjuntos son pobres sin laminitas Dufour ni raspadores carenados. Algunas láminas con finos retoque pueden estar relacionadas con el Auriñaciense, sería un nivel “auriñacoide”. La parte superior del nivel 11 sería el límite inferior del Auriñaciense local.
* Temnata (Bulgaria). Crítica tecnológica. Sólo se encuentran raspadores simples sobre láminas espesas, faltando los raspadores carenados o en hocico, hojitas Dufour, buriles. Los conjuntos transicionales antiguos (38-39.000 BP), tanto estos como en el Uluzziense y el Chatelperroniense, están situados debajo del Auriñaciense.
* Üçagizli (Turquía). Crítica tecnológica. Está más próximo al Ahmariense que al Auriñaciense.


Esta amplia crítica de los antiguos yacimientos correspondientes a los HAM plantea ciertas dudas sobre la objetividad de su realización. Esta revisión está realizada sobre los antiguos registros documentales, y no sobre nuevas excavaciones o estudios en el yacimiento. Son pues nuevas interpretaciones basadas en el criterio de sus realizadores. No cabe duda de que pueden tener cierta razón en sus afirmaciones, pero la crítica es demasiado generalizada y muchas veces basada en opiniones, posiblemente ciertas, pero no demostradas, lo que suscita opiniones contrarias entre los excavadores actuales de tales yacimientos, o entre los autores opuestos a esta teoría.


Por otro lado, mientras se critica a todos los yacimientos que se oponen al inicio independiente del Chatelperroniense (en su más amplia concepción: tecnológica y simbólica), se omiten las mismas críticas en los yacimientos correspondientes al Chatelperroniense. Pues no hay que olvidar que también son muy antiguas (sino son más antiguas aún), por lo que la metodología empleada en la realización de sus respectivos registros arqueológicos (base del estudio) no es muy adecuada según los criterios actuales. En todos los yacimientos hay que valorar los mismos problemas estratigráficos de contaminación de materiales, de datación y tafonómicos. Así, diversos autores (Mellars, 1999; Rigaud, 1996) indican muchos de los yacimientos del Chatelperroniense se sitúan encima de estratos correspondientes al Musteriense, siendo frecuentemente contaminados los niveles superiores (Chatelperroniense) por materiales provenientes de estratos inferiores (Musterienses).


Sin embargo, las críticas mejor fundamentadas pueden venir por otros conceptos.


1.- Se considera que las dos poblaciones tuvieron unas capacidades cognitivas muy parecidas, incluso casi iguales, lo que no está ni siquiera estudiado desde un punto de vista psicobiológico. Se olvida un axioma evolutivo: Nunca evoluciones independientes han producido los mismos resultados evolutivos. Lo que habría que aplicarlo a los neandertales y HAM.
2.- Todas las poblaciones humanas (por supuesto los neandertales y HAM) presentan un continuum en su evolución cultural. Así, existe el peligro de etiquetación cultural por unos fósiles directores o guías (p.e. punta chatelperron en el Chatelperroniense) que no justifican todo el desarrollo cultural y simbólico (adornos) que con el tiempo pudieran alcanzar cualquier población humana. Cada cosa tiene sus necesidades y tiempo de realización, lo que hay que estudiar.
3.- Se hace necesario considerar al Chatelperroniense (como a todas las culturas humanas) como procesos culturales que necesitan de ciertas características medioambientales, como son los cambios demográficos y logísticos que produzcan una motivación cognitiva para su realización.
4.- Así, puede existir un inicio de un independiente Chatelperroniense tecnológico, pero no otras formas de matiz simbólico hasta periodos más recientes y con motivaciones diferentes.


Se hace imprescindible el profundizar en los aspectos simbólicos del Chatelperroniense.


* Cabrera, V.; Maillo, J. M.; Lloret, M. y Bernaldo de Quirós, F. (2001): “La transitión vers le Paléolithique supérieur dans la grutte du Castillo (Cantabrie, Espagne): la couche 18”. L´Anthropologie 105: 505-532.
* D'Errico, F.; Zilhao, J.; Julien, M.; Baffier, D. y Pelegrin, J. (1998): “Neanderthal acculturation in western Europe? A critical review of the evidence and its interpretation”. Current Anthropology, 39 (supl.): 1-44.
* Lévêque, F. (1993): Les données du gisement de Saint Césaire et la transition Paléolithique moyen/supérieur en Poitou-Charentes. En Cabrera (Edit): El origen del hombre moderno en el suroeste de Europa. UNED. Madrid.
* Mellars, P. A. (1999): “The Neanderthal problem continued”. Current Anthropology 40 (3): 341-50.
* Rigaud, J.-P. (1996): «L’émergence du Paléolitique supérieur en Europe occidentale. Le rôle du Castelperronien ». En O. Bar-Yoseph, L. Cavalli-Sforza, R. March et M. Piperno (Eds.), The Lower and Middle Palaeolithic. Forli, ABACO, p 219-223.* Zilhao, J. y D'Errico, F. (1999): “The chronology and taphonomy of the earliest Aurignacian and its implications for the understanding of Neandertal extintion”. Journal of World Prehistory

jueves, 14 de mayo de 2009

Venus de Hohle Fels

Recientemente se ha publicado en muchos de los medios interesados en el Paleolítico (p.e. Cueva de la Pileta. Mundo Neandertal. Terrae Antiqvea) la noticia, originaria de la revista Nature, del descubrimiento en los niveles del Auriñaciense arcaico de la cueva de Hohle Fels de una estatuilla femenina fabricada en marfil de un colmillo de mamut. Su datación se sitúa sobre los 35.000 BP. relacionándose con los Humanos Anatómicamente Modernos.
Su existencia llama poderosamente la atención por ser la más antigua figura naturalista femenina que conocemos, así como por las caracteristicas anatómicas que presenta.


Destaca sobre todo la exageración de sus características sexuales (grandes senos, una gran ampliación de la vulva que se muestra muy explícita, y los muslos y vientre hinchados. Sin embargo, la cabeza es muy pequeña y presenta un agujero como si pudiera colgarse de él. 

Pronto comenzarán a intentar dar interpretaciones sobre la realidad que sustenta tal estatuilla, la cual sin duda conlleva un significado simbólico importante. 

La manifestación de los caracteres sexuales de las estatuillas femeninas del Paleolítico, siempre se han relacionado con la fecundidad o maternidad, pues no cabe duda de que tal preocupación siempre ha sido de crucial importancia en las comunidades de cazadores recolectores. Sin embargo, las características particulares de esta estatuilla (exposición manifiesta de la vulva) parece que quieren indicar otra faceta igualmente importantísima entre los seres humanos de todas las épocas: la sexualidad.  

Como es lógico, aún es muy pronto para realizar un estudio de su simbolismo por medio de la Arqueología cognitiva, pues antes hay que estructurar los elementos básicos del simbolismo, ver su evolución en el registro arqueológico y como se aunaron en el inicio del Paleolítico Superior para producir estas manifestaciones simbólicas de tan complejo significado. Trabajo que se ha realizado recientemente, estando publicado en la revista Espacio, Tiempo y Forma (2011) de la UNED. En este trabajo se recalca la importancia de la sexualidad en las primeras comunidades paleolíticas del Auriñaciense, como lo demuestra su temprana y amplia representación gráfica (vulvas, falos, escenas de sexo, etc.). Se aprecia una tendencia diferente a lo visto en las venus gravetienses. Este complejo y apasionante tema es estudiado por la Arqueología cognitiva. 

viernes, 8 de mayo de 2009

El simbolismo en el Chatelperroniense

Actualmente es habitual definir el Chatelperroniense como la forma cultural más moderna, y por tanto simbólica, de los neandertales. Conocemos unos 125 yacimientos en Francia y la Península Ibérica (Demars, 1996; D´Errico et al., 1998), lo que sin duda supone una amplia muestra poblacional de tal tecnología. No obstante, el carácter moderno de su conducta (reflexividad y flexibilidad manifestados por la tecnología ósea y la creación se adornos) presenta unas características peculiares, pues los adornos y tecnología ósea quedan restringidos a unos pocos yacimientos, curiosamente situados en la periferia del núcleo principal de yacimientos chatelperronienses (ver mapa).

Área de expansión del Chatelperroniense, con sus principales yacimientos (Pelegrin y Soressi, 2007).


* Los yacimientos con adornos (subrayados en rojo) sólo se encontraron en seis lugares (Cauna de Belvis, Châtelperron, Grotte du Renne, Roc de Combe, Roche-au-Loup y Roche de Quinçay) (D´Errico et al., 1998).


* Los yacimientos con tecnología ósea (subrayados en azul. Sólo en Francia) se limitan a siete yacimientos en Francia: Brassempouy, Châtelperron, Grotte du Renne, Laussel, Roc-de-Combe, Roche-au-Loup y Trou de la Chèvre (D´Errico et al., 1998). Dos en España: Labeko Koba (Arrizabalaga y Altuna, 2000) y posiblemente La Güelga (Menéndez et al., 2005).


Podría pensarse que muchos de los posibles adornos o huesos de este período se han destruido por las características fisicoquímicas del terreno. Sin embargo, el registro de los adornos auriñacienses, aunque en lugares y épocas no exactamente iguales pero si coincidentes en gran parte, indican la realización de adornos en 98 yacimientos (Vanhaeren y D´Errico, 2006). Al tener, en general, todos estos yacimientos (Chatelperroniense y Auriñacienses) similares características medioambientales, parecen indicar que la gran diferencia estadística existente entre los dos grupos poblacionales (neandertales y HAM), no se debe sólo a las propiedades del suelo, sino a otras características que incumben directamente a las dos poblaciones.


¿Es esta escasa representación simbólica y de tecnología ósea una característica cultural de los chatelperronienses y, por extensión, de todos los neandertales? Evidentemente, en conceptos de representatividad estadística la respuesta sólo puede ser negativa. Su existencia es más una rareza que una generalidad, y como tal debe ser entendida y estudiada, al menos hasta que nuevos descubrimientos indiquen otra cosa. Sin embargo, algunos neandertales sí fueron capaces de elaborar, con tecnología propia, tales adornos y útiles óseos. Ambos procesos, la creación de estos objetos por parte de algunos neandertales y su ausencia en la mayoría de los yacimientos chatelperronienses y en todos los demás atribuidos al Neandertal, deben ser explicados.


Es necesario analizar, lo más objetivamente posible, tales manifestaciones simbólicas. tanto en su distribución geográfica y temporal como en sus características (Rivera Arrizabalaga, 2009)


*Arrizabalaga, A. y Altuna, J. (2000):” Labeko Koba (País Vasco): Hienas y humanos en los albores del Paleolítico superior”. Munibe, 52.
* Demars, P. Y. (1996): “ Démographie et occupation de l’espace au Paléolithique supérieur et au. Mésolithique en France”. Préhistoire européenne 8: 3-26.
* D'Errico, F.; Zilhao, J.; Julien, M.; Baffier, D. y Pelegrin, J. (1998): “Neanderthal acculturation in western Europe? A critical review of the evidence and its interpretation”. Current Anthropology, 39 (supl.): 1-44.
* Menéndez Fernández, M.; García Sánchez, E. y Quesada López, J. M. (2005): “La transición Paleolítico Medio-Paleolítico Superior en la Cueva de la Huelga (Cangas de Onís, Asturias). Un avance de su registro”. Neandertales cantábricos. Estado de la Cuestión. El Paleolítico Medio cantábrico: hacia una revisión actualizada de su problemática. Museo de Altamira. Monografías, 20: 589-617. Santander
* Pelegrin, J. y Soressi, M. (2007): “Le Châtelperronien et ses rapports avec le Moustérien”. En Les Néandertaliens. Biologie et cultures. Documents préhistoriques, 23: 283-29.6 Paris, Éditions du CTHS.
*Rivera Arrizabalaga, A. (2009): “La transición del Paleolítico Medio al Superior. El Neandertal”. Arqueoweb, 11
* Vanhaeren, M. y d´Errico, F. (2006): “Aurignacian ethno-linguistic geography of Europe revealed by personal ornaments”. Journal of Archaeological Science 33: 1105-28.

viernes, 1 de mayo de 2009

La realidad del Chatelperroniense

Los datos aportados por los yacimientos chatelperronienses son a veces escasos y parciales, siendo muy difíciles apreciar muchas de las características que configuran esta cultura. Diversos autores (Maroto et alii., 2005) opinan que, además de encontrar algún fósil director (punta de Chatelperron), debe existir una tecnología claramente laminar para ser atribuido a una cultura moderna (Chatelperroniense). Parece lógico pensar que para asumir una plena modernidad, además de la clásica tecnología lítica, debería haber otra fundamentada en las materias primas biológicas (hueso, asta, marfil), pues sería un claro índice de la existencia de sus dos principales cualidades (reflexividad y flexibilidad conductual). El uso de otras materias primas, la creación de nuevas formas de trabajo y la creación de herramientas más idóneas para mejorar su adaptabilidad, es un claro exponente de un pensamiento y conducta moderna.


Con estas premisas, hay que recordar que de los 125 yacimientos que componen el registro chatelperroniense en Francia y la Península Ibérica (Demars, 1996; d´Errico et alii., 1998), sólo seis de ellos tienen objetos de adorno en sus conjuntos, y siete presentan una tecnología ósea (de los cuales cinco coinciden con los primeros). Tal hecho confirma la falta de homogeneidad en el desarrollo tecnológico y simbólico del chatelperroniense francés. Habría que valorar la situación real de tales yacimientos sobre su tecnología laminar, pues puede que, como se ha visto en España, algunos de ellos fueran más un Musteriense con puntas de Chatelperron que un clásico Chatelperroniense. Incluso preguntarnos si la realidad del Chatelperroniense es más un desarrollo tecnológico que una cultura simbólica y moderna ampliamente extendida.


Una minoría, por muy desarrollada que sea su cultura (p.e: Chatelperroniense), no puede representar a toda la población de neandertales, pues entre ellos existen otras formas culturales menos desarrolladas (p.e: Musteriense más o menos evolucionado), lo que también hay que tener en cuenta al explicar por qué algunos neandertales elaboraron una conducta moderna y simbólica, y otros, geográficamente muy próximos, persistieron con el Musteriense. El mundo neandertal, en este concreto período y lugar, es muy complejo y variado, impidiendo que cualquier respuesta sencilla pueda representar su realidad. Este complejo ambiente tecnológico ofrece un panorama confuso cuyo aspecto es el de mosaico cultural, donde la rapidez y características de la transición presentan situaciones diferentes en el tiempo y en el espacio (Straus, 2005).

Ya en las poblaciones neandertales del Paleolítico Medio encontramos ciertos desarrollos laminares (Boëda, 1990; Révillion y Tuffreau, 1994), que en el período transicional adquieren diversas evoluciones dispares y paralelas. Unas acaban en culturas con un importante componente laminar (Uluzziense y Chatelperroniense), mientras que otras continúan con las formas tradicionales del Musteriense con mayor o menos desarrollo tecnológico. Está suficientemente claro que la producción tecnológica laminar pudo ser desarrollada independientemente por los neandertales, sin necesidad del aporte cultural de los HAM (Baena y Carrión, 2006; Pelegrin y Soressi, 2007). Sin embargo, aunque el uso de hojas es amplio, existen grandes áreas geográficas (intercaladas entre estas culturas de uso laminar) en las que no existe este desarrollo tecnológico, donde el Musteriense pervive con formas tradicionales (Península Ibérica, zonas de Francia, Italia y Grecia, y Centroeuropa), o con leves avances tecnológicos que no son lo suficientemente importantes como para definirlas como una cultura moderna (p. e. Neroniense, Musteriense con puntas de Chatelperron). El desarrollo tecnológico es amplio y muy variado (Baena y Carrión, 2006), pero con importantes limitaciones, posiblemente sociales y de comunicación, que amortiguan su difusión geográfica.

El Chatelperroniense es el resultado de la evolución del Musteriense de Tradición Achelense tipo B (MTA B). Si consideramos que la tecnología lítica laminar (tanto en sus criterios tecnológicos como tipológicos) forma un criterio suficiente para definir a una cultura como moderna, el Chatelperroniense sería una conducta moderna y propia del Paleolítico Superior. Pero si exigimos criterios de reflexividad y flexibilidad, evidentemente no se cumplen con sólo estas características tecnológica y tipológicas. Así, aunque cronológicamente esté situado el Paleolítico Superior, su conducta, valorada con los patrones de la tecnología lítica, aún no ha alcanzado el desarrollo cognitivo necesario, salvo en las áreas y yacimientos con adornos y tecnología ósea.


Ya vimos en el modelo del simbolismo humano las condiciones y característica necesarias para su desarrollo. Los caracteres de emergencia y acumulación dentro de un medioambiente adecuado pueden explicar, al menos desde un punto de vista general, este mosaico cultural del mundo del Neandertal. En este sentido puede existir una tecnología laminar característica del Chatelperroniense (más antigua que el Auriñaciense de los HAM) con cierta independencia de su desarrollo simbólico (adornos). El desarrollo cultural de la tecnología ósa y la creación de adornos daría lugar a un Chatelperroniense simbólico, mucho más restringido y en medio de unas características mdioambientals específicas. El problema surge de etiquetar a todo los yacimientos con tecnología laminar o con puntas de chatelperron, como pertenecientes a esta cultura con todos sus atributos (tecnológicos y simbólicos), lo que sin duda hay que matizar y comprobar.
Es necesario realizar un análisis sobre el simbolismo de los chatelperronienses, tanto en su distribución geográfica y temporal como en sus características (Rivera Arrizabalaga, 2009).


Colgante de hueso del Chatelperroniense (Arcy-sur-Cure)


* Baena, J.; Carrión, E. (2006): “Problemas acerca del final del Musteriense”. Zephyrus. LIX: 51-66.
* Boëda, E. (1990): “De la surface au volume, analyse des conceptions, des débitages Levallois et laminaire. Paléolithique moyen et Paléolithique supérieur ancian en Europe”. Memóires du Musée de Prehistoire d´lle de Fance 3.
* Demars, P. Y. (1996): “ Démographie et occupation de l’espace au Paléolithique supérieur et au. Mésolithique en France”. Préhistoire européenne 8: 3-26.
* D'Errico, F.; Zilhao, J.; Julien, M.; Baffier, D. y Pelegrin, J. (1998): “Neanderthal acculturation in western Europe? A critical review of the evidence and its interpretation”. Current Anthropology, 39 (supl.): 1-44.
* Maroto, J.; Vaquero, M.; Arrizabalaga, A.; Baena, J.; Carrión, E.; Jordá, J. F.; Martinón, M.; Menéndez, M.; Montes, R. y Rosell, J. (2005): “Problemática cronológica del final del Paleolítico Medio en el Norte Peninsular”. Neandertales cantábricos. Estado de la Cuestión. El Paleolítico Medio cantábrico: hacia una revisión actualizada de su problemática Museo de Altamira. Monografías, 20: 101-114. Santander.
* Pelegrin, J. y Soressi, M. (2007): “Le Châtelperronien et ses rapports avec le Moustérien”. En Les Néandertaliens. Biologie et cultures. Documents préhistoriques, 23: 283-29.6 Paris, Éditions du CTHS.
* Révillion, S. y Tuffreau, A. (1994): “Les industries laminares au Paléolithique moyen”. Dossier de documentation arqueologique 18. CNRS Éditions. Paris.
* Rivera Arrizabalaga, A (2009): "La transición del Paleolítico Medio al Superior. El Neandertal". ArqueoWeb 11. * Straus, L. G. (2005): “A mosaic of change: the Middle–Upper Paleolithic transition as viewed from New Mexico and Iberia”. Quaternary International. 137, (1): 47-67.