domingo, 27 de noviembre de 2011

Formas y métodos de Arqueología cognitiva

Cuando escuchamos algo sobre la Arqueología cognitiva enseguida lo relacionamos con el estudio arqueológico de la conducta simbólica humana, que en el periodo paleolítico se relaciona directamente con aquellas conductas asociadas a la creación y uso de elementos decorativos (adornos, plumas, ocres, etc.), enterramientos y, sobre todo, a todo aquello que esté relacionado con las manifestaciones gráficas paleolíticas. En definitiva, es el arte y las conductas religiosas lo que aparentemente constituyen el principal interés de la Arqueología cognitiva en este principio de la humanidad simbólica.

Aunque no son muchos los que se dedican a esta especialidad arqueológica, cada vez se están produciendo más incursiones en este campo. Sin embargo, existe un gran desconocimiento sobre los autores que se han dedicado a tal disciplina, incluso de la forma que lo han encauzado y de los métodos empleados en su análisis, pues presenta una gran variedad de enfoques científicos empleados en su desarrollo, puede que sea un ejemplo de la dificultad que entraña y de sus propias características como ciencia. Así, cuando se habla de Arqueología cognitiva parece que estamos mencionando una metodología compacta y uniforme en la forma de expresarla, entenderla y aplicarla, lo que es totalmente incorrecto. Cada especialista la desarrolla con unos criterios totalmente personales, siendo reflejo de la falta de criterios metodológicos que adolece esta rama de la Prehistoria.  

Aparentemente todos parten de una misma condición, como es lo que uno de sus principales autores (Renfrew) dan a entender: es el estudio de las formas de pensamiento del pasado a partir de los restos materiales. Es decir, estudia el pensamiento de los seres humanos que en pasado produjeron los actuales yacimientos arqueológicos, siendo los datos que de ellos obtenemos la fuente de toda investigación. Esta definición, aparentemente idónea, presenta dos niveles de análisis que no siempre se han seguido, o se ha realizado de diferente forma.

El primero y más evidente es el estudio de los datos arqueológicos. Este camino es el seguido por los métodos clásicos de la Arqueología, por lo menos en parte. En estos estudios siempre se ha intentado averiguar en dónde y cuándo de la producción de los datos arqueológicos. Sin embargo, hay ciertas cuestiones relacionadas con estos datos arqueológicos que no han podido ser tratados con la profundidad que se merecen. Me refiero al porqué y cómo de su producción en ese tiempo y lugar. Su estudio se escapa de las formas clásicas de la Arqueología clásica, pues no han podido ir más allá de la simple opinión de los arqueólogos que han estudiado los yacimientos correspondientes.

El segundo nos mete en las cuestiones pendientes del apartado anterior. En el pensamiento de los seres humanos que realizaron estos yacimientos estarían las claves del porqué y cómo de su realización. Pero su estudio, más antropológico que arqueológico, requiere unas pautas doctrinales diferentes a las utilizadas por la Arqueología tradicional. En este sentido, la tradición académica tiene mucho que ver en la presencia o ausencia de su desarrollo.

El estudio del pensamiento humano es, sin duda, uno de los ejemplos más claro del uso de la interdisciplina científica. Y así lo han entendido todos los autores que a ello se han dedicado, aunque como es lógico con diferente criterio metodológico. Es de esta unión interdisciplinar de donde debe de salir cualquier conclusión relacionada con la Arqueología cognitiva. En este sentido, todos los que se ocupan de estos temas siempre utilizan, de forma más o menos directa o solapada, diversas metodología científicas, incluso se intenta cierta forma de interdisciplinariedad con el fin de fundamentar lo mejor posible sus conclusiones.

Hay que notar que, además de interesarse por las cuestiones anteriormente mencionadas, se intenta comprender las variaciones cognitivas (ya sean de carácter innato, adquirido por el ambiente o de alguna forma de interacción de las dos) que tuvieron los diversos homínidos paleolíticos en su desarrollo cultural y simbólico, con anterioridad al gran desarrollo creativo que se aprecia en el paleolítico superior.

En este contexto, en una anterior entrada ya mencioné los componentes teóricos básicos que deben de utilizarse de forma interactiva en todo proceso de Arqueología cognitiva.  ¿Qué autores son los más significativos es esta disciplina? Tampoco son muy conocidos, aunque todo depende de la publicación de sus trabajos en español y/o en inglés, y de la aceptación que hayan tenido en el mundo académico de cada país. Aunque no son todos si son los más conocidos o los que más han trabajado en este tema:

- Merlin Donald
- Colin Renfrew
* RENFREW, C. (1982): Towards an Archaeology of Mind: an Inaugural Lecture delivered before the University of Cambridge on November 1982, Cambridge, Cambridge. University Press.
* RENFREW, C. (1993): "Cognitive Archaeology: Some Thoughts on the Archaeological Thought". Cambridge ArchaeologicalJournal, 3(2): 248-250.
* RENFREW, C. y E. ZUBROW (eds.) (1994): The ancient Mind. Elements of cognitive archaeology, Cambridge: Cambridge University Press.
- Steven Mithen
- Fiona Coward y Clive Gamble
- Almudena Hernando
- Wynn y Coolidge
* WYNN. T. (1977), The Evolution of Operational Thought, University of Illinois.
* WYNN T. (1981): Intelligence of Oldowan hominids. Journal of Human Evolution 10: 529-41.
- Davidson, I. y Noble, W
* DAVIDSON, I. y NOBLE, W. (1998): “Two Views on Language Origins”. Cambridge. Archaeological Journal 8:1.
* NOBLE, W. y DAVIDSON, I. (1991): “The evolutionary emergence of modern human behaviour: language and its archaeology”. Man 26: 223-53.
* NOBLE, W. y DAVIDSON, I. (1996): “Human Evolution, Language and Mind”. Cambridge: Cambridge University Press.
- Andrew Lock
- Rivera Arrizabalaga
* RIVERA, A. (2005): Arqueología cognitiva. El origen del simbolismo humano. Cuadernos de Historia. Arco Libros. Madrid.

Todos estos autores utilizan varias disciplinas académicas buscando cierto grado de interdisciplinaridad. En general, ofrecen al lenguaje una gran importancia dentro del proceso de evolución cognitiva y conductual, siendo los aspectos fonológicos secundarios en este tipo de estudios. Con este metodología de interconexión multidisciplinaria se intenta disminuir en lo posible la subjetividad científica que siempre ha existido en los análisis relacionados con el simbolismo humano, lo que he intentado como puede verse en el siguiente cuadro y ya he comentado en numerosas ocasiones.



domingo, 6 de noviembre de 2011

Los primeros humanos anatómicamente modernos en Europa

El problema de cuándo llegaron los primeros HAM a Europa y con qué cultura no sólo ha suscitado una importante controversia entre los prehistoriadores, sino que se han desarrollado dos posturas totalmente opuestas. En este sentido ya publiqué diversos spots indicando el problema y la interpretación que la Arqueología cognitiva hace del problema (¿Quién creó elPaleolítico superior? La transición del Paleolítico medio al superior. Dificultades interpretativas del Auriñaciense. Auriñaciense).

Un grupo de autores, ante la falta de fósiles humanos en los primeros asentamientos delos HAM, pone en duda su intervención en el inicio del Paleolítico superior, atribuyendo a los neandertales la iniciativa creativa, simbólica y cultural de las primeras manifestaciones culturales de este periodo (Chatelperroniense, Uluzziense, Auriñaciense arcaico y/o de transición, etc.). El resto de los prehistoriadores opinan que fueron los HAM los autores del Auriñaciense arcaico y/o de transición en fechas muy tempranas, impulsando a algunos neandertales a desarrollar culturas simbólicas (Chatelperroniense, Uluzziense). El proceso ha recibido diversos nombres, dependiendo de la propia características de la relación entre las dos poblaciones (interacción cultural, aculturación, cambio transcultural, emulación, desarrollo cognitivo-cultural). Parece que desde la visión metodológica de la arqueología tradicional, para unos la discusión se solucionaría con el hallazgo de fósiles de HAM en unas cronología e industrias muy primitivas (más del 40.000 BP), mientras que para otros sería suficiente la inexistencia de lo anterior y el encuentro de restos neandertales entre los estratos del Auriñaciense de transición. En este contexto, la publicación de dos trabajos sobre fósiles de HAM en fechas anteriores al 40.000 BP y dentro de una industria Musteriense y del Uluzziense, puede aportar nuevos datos esclarecedores o aumentar la discrepancia por los métodos utilizados.

El primero corresponde a un trozo de mandíbula con tres dientes descubiertos en la cueva de Kent en 1927 (Torquay, suroeste de Inglaterra). A finales de 1980 fueron datados por C-14 en una edad de 35.000 BP, asociándose a los HAM. Recientemente, utilizando nuevos métodos de datación del C14 AMS (discutidos por otros, como Zilhão) en el colágeno de los huesos de animales asociados estratigráficamente, Chis Stringer y Thomas Higham los han situado en 44-41.000 BP. publicando la noticia en la revista Nature


El segundo se parece en cierto punto en la metodología y características del estudio. Sobre los fósiles (dos dientes de leche) encontrados en una excavación realizada en 1960 en los estratos uluzzienses de la Grotta del Cavallo (sur de Italia) y atribuidos inicialmente a los neandertales, se han realizado nuevos análisis y los autores (Stefano Garzelli, Katerina Douka, et al.) los han atribuido a los HAM. Igualmente la noticia ha sido publicada en la revista Nature. Su datación es muy antigua fechándose entre 45-43. 000 BP, pudiendo ser los restos más antiguos de los HAM en Europa. El estudio se ha centrado en la comparación de modelos digitales de los dientes encontrados con una importante muestra dental de las dos poblaciones humanas del periodo (HAM y HN).


Las dos publicaciones indican la existencia de los HAM en épocas muy anteriores y con culturas simbólicamente primitivas, lo que contradice la independencia y primacía cultural del Neandertal, el cual sería el creador del Paleolítico superior, mientras que los HAM no llegarían a Europa hasta el 36.000 BP con un Auriñaciense primitivo pero claramente desarrollado y de un origen desconocido. Igualmente, supone una nueva incógnita sobre los autores del Uluzziense, pues habría que profundizar en conocer quienes fueron sus autores, si es una simple evolución cultural del Musteriense producida por los neandertales en solitario, o se debió al contacto de los HAM, como indica unos de sus autores el investigador del CSIC Michael Coquerelle.  


Para la arqueología tradicional la existencia de los fósiles es la principal prueba de la autoría cultural. Mientras que para la Arqueología cognitiva, aunque su presencia es de una ayuda inestimable, no es un requisito imprescindible. Todo desarrollo cognitivo y cultural es un continuum histórico, de aspectos muy heterogéneos en el tiempo y en el espacio, pero siempre hay antecedentes culturales y características ambientales que posibilitan su aparición y desarrollo (contexto cognitivo y cultural). Si aceptamos la evolución cultural y simbólica del Chatelperoniense a partir de un Musteriense de tradición Achelense como características del continuum histórico de los neandertales en las zonas el oeste de Europa donde se desarrolló esta cultura (similar al ocurrido en Italia con el Uluzziense), hay que buscar el continuum histórico correspondiente al Auriñaciense propio de los HAM. Los aspectos tecnológicos, simbólicos y cognitivos de todas las manifestaciones auriñacienses indican que constituyen el origen y desarrollo del continuum histórico de los HAM en Europa. Éstos, partiendo de un Musteriense propio de zonas del oeste de Asía, comenzaron a desarrollarse simbólicamente en Europa, posiblemente con unas características de rapidez y complejidad que se vieron favorecidas por la existencia de las poblaciones neandertales con las que tuvieron que interactuar. El desarrollo cognitivo se dio en las dos poblaciones, si bien en cada una de ellas con los condicionantes de sus propias características cognitivas, configurando diversos estadios intermedios de este complejo desarrollo.

Quien quiera profundizar en estas ideas puede leer mi trabajo sobre este problema publicado el la revista de Tiempo, Espacio y Forma de la UNED.